he International Maritime Organization (IMO), la industria global del shipping debiera comenzar a ver la incorporación de naves cero emisiones al 2030 para lograr la meta de reducción de 50% al 2050, de acuerdo con parámetros de 2008. Para ello, iniciativas privadas como la ”Getting to Zero Coalition” y la Cámara Marítima Internacional (ICS) , proponen crear un fondo para acelerar el desarrollo de buques cero emisión comercialmente viables. En un artículo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) expone cómo trabaja en conjunto con las organizaciones privadas en este esfuerzo, proveyendo el análisis de datos necesarios para el cambio tecnológico y la renovación de la flota y la importancia de la inversión en tecnología para lograr el objetivo cero emisiones al 2050.
Vida útil
Para poder estimar cuánto tiempo tomaría reemplazar la flota existente con nuevas naves -las cuales idealmente utilizarían combustibles alternativos- es importante considerar los patrones de desguace del pasado y proyectar las futuras demoliciones de acuerdo con la vida útil de las actuales naves.
Si se mantienen los patrones de desguace vigentes, se pueden esperar las siguientes cifras para finales de 2030, inicios de 2031: 17% de la flota de graneles sólidos eliminada, 83% en circulación; 43% de la flota desechada, 57% en servicio. El tema es que es altamente probable que las naves que reemplacen a las dadas de baja perpetúen el modelo de combustibles tradicionales. “Estas cifras hacen evidente la urgencia de desarrollar nuevas tecnologías lo más pronto posible, para evitar que la renovación de flota en los años venideros, que circularán por décadas posteriores, incluya combustibles tradicionales”, lee el artículo de la UNCTAD que analiza el fenómeno.
Menos emisiones, más tecnología
En la medida en que se invierta en el desarrollo de tecnologías que permitan crear y construir naves cero emisiones, más pronto se logrará la meta de reducir los gases de efecto invernadero. Sí, las normas y regulaciones ambientales son un importante paso en la dirección correcta, pero lo primordial es asegurar que llegada la hora de la renovación de la flota existan las alternativas a los combustibles tradicionales para que los dueños de las embarcaciones las apliquen a su flota. A esto se suma que la incertidumbre sobre futuras regulaciones, continua sobreoferta y proyecciones económicas pesimistas han contribuido a menor cantidad de órdenes de nuevos buques.
“Esta extrapolación inicial presentada debe ser expandida y actualizada, incluyendo datos sobre entregas del período más reciente y el libro de órdenes actual. Buscamos presentar data básica inicial, destacando la urgencia de nuevas tecnologías si es que la industria del shipping quiere reemplazar el tonelaje desechado con naves cero emisiones al 2050”, concluye el artículo.
Articulo: Mundo Marítimo